“La sociedad entera debe considerar la ciberseguridad del país tan importante como el cuidado del medioambiente”
En el año 2021, Chile fue víctima de más de 2.100 millones de intentos de ciberataques. Básicamente, 5.700 al día. La ciberseguridad se ha vuelto un problema mayor que no tiene intenciones de desaparecer, más bien, se espera que este solo aumente.
El hecho de ser damnificado por uno de estos asaltos puede tener consecuencias severas, tales como la pérdida de acceso a datos personales y a cuentas privadas, como las bancarias.
Típicamente, se intenta evitar el problema bajo el uso de claves secretas, el cierre del detector de ubicación de los dispositivos y el bloqueo de las tarjetas de crédito. Sin embargo, siguen existiendo varias maneras de entrar a los aparatos de los usuarios tales como la monitorización del teclado, revisión de historial de conversaciones y la compartición de malware o cualquier virus por correo electrónico.
Hermann Reimberg, Gerente Desarrollo Digital y Tecnología de Forma, afirma que para continuar la lucha contra estos delitos, “es indispensable que aumente la capacitación y conocimientos de los equipos internos de las empresas, a través de seminarios, cursos o certificaciones. Muchas de las amenazas se pueden prevenir fácilmente con mejores prácticas derivadas del conocimiento. Así también, las instituciones deben informar y educar a sus clientes ante las posibles amenazas”.
Dentro de la misma línea, Ricardo Seguel, PhD en Information System, asegura que la mejor manera de enfrentar los ciberataques “es la concientización, enseñarles a las personas las medidas indicadas para mantenerse seguros en el mundo digital”.
Aún cuando la sociedad se ha adaptado a navegar por la web, muchos siguen sin saber cómo responder a la vulnerabilización de datos. De acuerdo a un estudio de Accenture, 55% de los ejecutivos de una muestra de 4.700, declararon que no eran capaces de detener los ciberataques.
“La sociedad entera debe considerar la ciberseguridad del país tan importante como el cuidado del medioambiente. La colaboración entre los sectores público, privado y la academia es urgente y vital para crear las capacidades técnicas y humanas que tanto se necesitan para hacer frente a esta crisis”, explicó el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.
A lo que debemos estar atentos este 2022
“El año pasado, el ransomware evolucionó, al incluir la amenaza de extorsión basada en la recuperación de información robada. Por eso este año, debemos estar más atento que nunca, ya que se incorporarán en esto distintos tipos de activos, incluyendo el Internet de las Cosas (IoT) o la extracción de información privilegiada a cambio de un pago de dinero”, dice el experto de Forma, Hermann Reimberg.
Otro ilícito que puede afectar a los usuarios son los robos de identidad. Por lo que las organizaciones deberán utilizar la autenticación de múltiples factores, que implica el uso de niveles de aprobación adicionales para proteger el acceso. “Esto incluye códigos de autorización enviados por email, mensajes de texto o aplicaciones. También se pueden incorporar técnicas de reconocimiento facial o huellas dactilares para más protección”.
Finalmente, otro de los objetivos favoritos de los delincuentes son las cadenas de suministros, “ya que con un solo ataque se pueden afectar a varias empresas”, menciona Hermann, quien agrega que para prevenirlos, «se deben gestionar los accesos privilegiados de manera segura e implementar arquitecturas de confianza cero”.